Lieder (1960)
Tu sabes que siempre fui
camino abierto a tus pasos,
y ahora crees que ha nacido
maleza para cerrarlo.
¿Cómo crecerá si tú
la estas siempre transitando?
Texto: Juan Marcos de la Fuente
Sabe, si alguna vez tus labios rojos
quema invisible atmósfera abrasada,
que el alma que habla puede con los ojos,
también puede besar con la mirada.
Texto: Gustavo Adolfo Bécquer
Canto de Antonio Machado (1961)
LLamó a mi corazón un claro día
con un perfume de jazmín el viento.
¡A cambio de este aroma
todo el aroma de tus rosas quiero!.
No tengo rosas; flores
en mi jardín no hay ya; todas han muerto.
¡Me llevaré los llantos de las fuentes.
Las hojas amarillas y los mustios pétalos!.
Y el viento huyó... Mi corazón sangraba...
! Alma !, ¿qué has hecho de tu pobre huerto?.
Texto: Antonio Machado
Oda XIV (1967)
¿Tornarás por ventura
a ser de nuevas olas, nao, llevada
a probar la ventura
del mar, que tanto tienes ya probada?.
! oh!, que es gran desconcierto.
! oh!, toma ya seguro, estable puerto.
¿No ves desnudo el lado
de remos y cual crujen las antenas
y el mástil quebrantado,
del ábrego ligero y cómo apenas
podrás ser poderosa
de contrastar ansí la mar furiosa?
no tienes vela sana,
ni dioses a quien llames en tu amparo,
aunque te precies vana
mente de tu linaje y nombre claro,
y seas noble pino,
hijo de noble selva en el auxino.
del navío pintado
ninguna cosa fía el marinero
que está experimentado,
y teme de la ola el golpe fiero;
pues guárdate con tiento,
si no es que quieras ser juego del viento.
!Oh tú!, mi causadora
ya antes de congoja y de pesares,
y de deseo agora
y no poco cuidado, huye los mares
que corren peligrosas
entre las islas cícladas hermosas. Texto: Horacio. Trad. Fray Luis de León
Primera Palabra (1970/1971)
Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen Texto: Biblia
Hechos de la Pasión (1974)
... Salió Jesús bajo los cielos, y alzó la frente hacia toda la noche...
- ¿De dónde tú, Jesús, hijo de Josef, sabes doctrina y dices de las Escrituras, si vienes de lo oscuro?...
Y Jesús contristado exclama:
- ¿Por qué maquinais contra mí? ¿Por qué me aborreceis y deseais mi muerte?...
Los ojos de los juzgados y de la plebe devoraban a Jesús...
- !Jeschoua, Jeschoua, hijo de Josef¡ ¡Yo te ví llorar en nuestro monte! ...
!Es más que tú! !Tú no tienes fuerza ni sobre su aliento!
!Nada hagas tu contra ese justo! !Yo sentí su agonía en mi visión!...
¿Y tus partidarios, Cristo? !No ha venido nadie de los que te quieren! ! No, no es de este mundo tu reino! !Mas, por las sombras del Báratro, en este mundo es donde matan los hombres a los hombres!...
!Rematadle, que ya se hiende y sangra por todo el cuerpo!. Rematadle aunque sea Dios...
Levantaron a Jesœs, ya clavado; una sierpe de soga se anillaba por todo su cuerpo...
... Juan llamó a la madre del Señor...
Jesús agonizaba
Texto: Biblia
Proverbios y Cantares (1975)
Despertad, cantores:
acaben los ecos,
empiecen las voces.
Mas no busquéis disonancias;
porque, al fin, nada disuena:
siempre al son que tocan bailan.
Sin embargo...
!oh!, sin embargo,
queda un fetiche que aguarda
ofrenda de puñetazos.
Navigare é necessario...
Mejor: ! Vivir para ver!. Texto: Antonio Machado
Al poeta, al fuego, a la palabra (1978)
Poeta
Para tí, que conoces cómo la piedra canta,
y cuya delicada pupila sabe ya del peso de una montaña sobre
un ojo dulce,
y cómo el resonante clamor de los bosques se aduerme suave
un día en nuestras venas;
para tí, poeta, que sentiste en tu aliento
la embestida brutal de las aves celestes...,
sí, poeta: El amor y el dolor son tu reino.
Carne mortal la tuya, que, arrebatada por el espíritu,
arde en la noche o se eleva en el mediodía poderoso...,
Fuego
... !luz es sola!
Mirad cuán puro se alza
hasta lamer los cielos,
mientras las aves todas
por él vuelan. !no abrasa!
¿Y el hombre ? Nunca. Libre
todavía de ti,
Humano, está ese fuego.
Luz es, luz inocente.
!Humano: nunca nazcas !.
Palabra
La palabra fue un día
calor: Un labio humano.
Era la luz como mañana joven; más: Relámpago
en esta eternidad desnuda. Amaba
alguien. Sin antes ni después. Y el verbo
brotó. ! Palabra sola y pura
por siempre - amor - en el espacio bello! Texto: Vicente Aleixandre
Coplas de Jorge Manrique (1979)
Recuerde al alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el placer,
cómo después de acordado,
da dolor;
cómo a nuestro parescer,
cualquier tiempo pasado
fue mejor.
...Non se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera
más que duró lo que vió,
pues que todo ha de pasar
por tal manera.
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar...,
allí van los señoríos...,
allá los ríos caudales,
allá los otros medianos
e más chicos...,
derechos a se acabar...
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando. Texto: Jorge Manrique
Españolía (1983/1988)
DECIR DE UN ENAMORADO
Diversas veces , mirando
El vuestro gesto agraciado,
Me soy tanto enamorado
que siempre vivo penando.
Más quien non vos amará,
contemplando tal belleza,
o todo ciego será,
o en él non habitará
discreción, ni gentileza.
Texto: Marqués de Santillana
SERRANILLA VI
I
Moza tan fermosa
non vi en la frontera
como una vaquera
de la Finojosa
II
Faxiendo la vía
del calatraveño
a Santa María,
vencido del sueño,
por tierra fragosa
perdí la carrera
do vi la vaquera
de la Finojosa.
III
En un verde prado
de rosas e flores,
guardando ganado
con otros pastores,
la ví tan graciosa
que apenas creyera
que fuese vaquera
de la Finojosa.
IV
Non creo las rosas
de la primavera
sean tan fffermosas
ni de tal manera;
fablando sin glosa,
si antes supiera
de aquella vaquera
de la Finojosa.
V
Non tanto mirara
su mucha beldad,
porque me dexara
en mi libertad.
Mas dixe: “Donosa
(por saber quién era),
aquella vaquera
de la Finojosa.
VI
Bien como riendo,
dixo: bien vengades,
que ya bien entiendo.
Lo que demandades:
non es deseosa
de amar, ni lo espera,
aquessa vaquera
de la Finojosa.
Texto: Marqués de Santillana
CANCIÓN
Entra mayo y sale abril,
tan garridico le ví venir. (bis)
Entra mayo con sus flores,
sale abril con sus amores,
y los dulces amadores
comienzan a bien servir.
Texto: Anónimo, Cancionero de Palacio
JUGLARÍA CASTELLANA
Oh que buen amor saber yoglar,
saber yoglar de la tambora.
rampla ta plan de la tambora,
saber yoglar.
Oh que buen amor saber yoglar
saber yoglar de la tambora.
rampla ta plan de la tambora.
cla ca ta cla de la clarineta,
rau rau rau de la guitarra
rin rin rin del violín,
saber yoglar.
Oh que buen amor saber yoglar,
saber yoglar de la trompeta.
tra ra ra ra de la trompeta.
saber yoglar.
Oh que buen amor saber yoglar,
saber yoglar de la bombarda.
bron bo ron ba de la bombarda.
chan cha ran cha dela chirimia,
plan plan plan de la vihuela,
til til til del añafil.
Texto: Popular
Cantata para un aniversario (1986)
Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre;
Y se unirá a su mujer;
Y vendrán a ser los dos una sola carne. Texto: Génesis, 2-24
La dicha perduró con su linaje y su heredad pasó a los hijos
de sus hijos; su linaje se mantiene fiel a la alianza.
Y sus hijos lo fueron por amor de ellos. Y por siempre permanecerá
su descendencia y no se borrará su gloria. Texto: Eclesiástico, 44-10/15
Dichoso todo el que teme al Señor y anda por sus caminos.
Porque comerás del trabajo de tus manos, serás feliz y bienaventurado.
Tu mujer será como fructífera para en el interior de tu casa.
Tus hijos, como renuevos de olivo en derredor de tu mesa.
Así serán bendecidos los justos. Texto: Salmos, 128-1/6
Te doy gracias Señor de todo corazón pues Tú has escuchado
las palabras de mi boca. En presencia de los ángeles cantaré
salmos para Tí
!Grande es ciertamente la gloria del Señor!. Texto: Salmos, 138-1
Canciones para Magerit (1993)
AL BUEN ENDIMION
Al buen Endimión, de amor prendado,
diz que cautivamente enamorada
la Luna, y en sueño desvelada,
la amaba como a prez de amor preciado.
Yo a vuestro bel madroño coronado,
y fiera en siete estrellas figurada,
miro con atención aficionada
en orla azul y campo plateado.
En tanto que agradaros más merezco
y discantar el fin y fundamento
de vuestro escudo antiguo y su mejora,
con un crecido amor y acatamiento
mi buen placer allá os lo ofrezco
en prendas de la fe que mi alma mora.
Antiguos griegos, Mantua te pusieron,
y los romanos, que después fundaron,
Ursaria y Mayoritum te llamaron,
de aquí Madrid y Ursaria te dixeron. Texto: Juan Hurtado de Mendoza
EN MADRID HAY UNA PLAZA
En Madrid hay una plaza
que se llama Cuchilleros;
es la plaza de los majos,
las manolas y chisperos.
!Ay! que me pica,
!Ay! que me araña,
con sus patitas
la cucaracha... Texto: Tonadilla siglo XVIII
ALAMICOS DEL PRADO
Alamicos del Prado,
fuentes del duque,
despertad a mi niña
porque me escuche,
y decid que compare
con sus arenas
sus desdenes y gracias,
mi amor y penas;
Y pues vuestros arroyos
saltan y bullen,
despertad a mi niña
porque me escuche... Texto: Tirso de Molina
FUENTES DE MADRID
Alamos del Prado,
fuentes de Madrid,
como estoy ausente
murmurais de mí.
Agua pide la niña;
! quien se la diera
del Cañito dorado
de la Alameda!.
La Fuente Castellana
triste suspira
cuando pasa algún tiempo
sin ver las niñas.
Vente conmigo,
si has de venir
a ver la fuente
que hay en Madrid.
Hay una fuente,
ya la verás,
Los pececitos,
nadar, nadar,
nadar, nadar
bullir, bullir. Texto: Canciones Populares
La Bella Desconocida “Homenaje a la Catedral de Palencia” (1993/1994)
La vista queda extasiada
al contemplar de repente,
la soberbia maravilla
de arquitectura solemne,
surgida en el escenario
de callejuelas esquivas,
que arropan llenas de orgullo
la magia de tu hermosura.
Con cinco puertas se abre
tu interior de sobria traza:
San Antolín, San Salvador,
los Canónigos y San Juan,
con nuestra María la Santa.
Tres amplias naves dividen
las hechuras de tu talle
y dos cruceros descubren
la cruz que evoca tu imagen.
Dicen que el Rey Wamba trajo
de la Galia Narbonense
las reliquias de Antolín,
por cuyo honor y trabajo
en la cripta fue presente
la gloria del patrón santo.
Una puerta en esviaje
da a la capilla mayor
la gracia de su linaje,
donde confluyen ornatos
que a realzar contribuyen
con grandeza sus encantos.
Entre elegantes pilares,
columnas y capiteles,
bóvedas y tracerías,
al servicio de cantares,
hace el coro sus honores,
tras la sin par celosía.
Siete capillas dispone
la nave del Evangelio,
cuya estructura compone
advocaciones del cielo.
A Santa Lucía ceden
por virtud de su alabanza,
la Prudencia , la Justicia,
la Fortaleza y Templanza.
El Papa Gregorio hizo
del retablo por su imagen,
historia de la Liturgia
mientras entonan los ángeles.
San Ildefonso decora
con bóvedas su sacristía
y a San Fernando acompaña
Catalina de Antioquia
Capilla de la Inmaculada
de la Cruz, de San Enrico
o Purísima llamada,
antaño cuando se nombró
de la Trinidad y el Corpus
de Jerónimo a la morada,
quedando la tradición
morisca con el barroco
de San Sebastián prendada;
La capilla del Sagrario,
con su arco cairelada
de elegancia sin igual,
agrupa en su derredor
las seis capillas que giran
tras su planta circular,
donde se unen los nombres,
antiguos con los modernos,
San Cristóbal o San Marcos
por la luz del Baptisterio;
San Isidro por Miguel,
Las vírgenes por San José
y los Reyes por San Pedro,
y de la nieve invernal,
nuestra Señora la Blanca,
que dice ser la primera
capilla en la catedral.
En Santa Teresa hallan
los ojos mayor belleza,
deslumbra su altar de plata
y su planta octogonal,
que fue sede del concejo
y casa de la Esperanza,
patrona de los cofrades,
que estudian en el lugar.
Palencia, Vieja Castilla,
que diciendo a tu catedral
con toda justicia “Linda”
puedan servir estos versos
y la música que inspiran
para que dejes de ser
“LA BELLA DESCONOCIDA” Texto: Laura Prieto
Al alto espino (1994)
A JOSE MARIA PALACIO
Palacio buen amigo,
¿está la primavera
vistiendo ya las ramas de los chopos
del río y los caminos?. En la estepa
del alto Duero, Primavera tarda,
!pero es tan bella y dulce cuando llega!...
¿Tienen los viejos olmos
algunas hojas nuevas?
Aún las acacias estarán desnudas
y nevados los montes de las sierras.
!Oh mole del Moncayo blanca y rosa.
allá, en el cielo de Aragón, tan bella!
¿Hay zarzas florecidas
entre las grises peñas
y blancas margaritas
entre la fina hierba?.
Por esos campanarios
ya habrán ido llegando las cigüeñas.
Habrá trigales verdes,
y mulas pardas en las sementeras.
y labriegos que siembran los tardíos
con las lluvias de abril. Ya las abejas
libarán el tomillo y el romero.
¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?
Furtivos cazadores, los reclamos
de la perdiz bajo las capas luengas,
no faltarán. Palacio, buen amigo,
¿tienen ya ruiseñores las riberas?
Con los primeros lirios
y las primeras rosas de las huertas,
en una tarde azul, sube al Espino,
al alto Espino donde está su tierra...
Texto: Antonio Machado
Obra Poética (1996)
Belleza ornamental
Expresión Sugerente
Limpieza sonora
Texto: Claudio Prieto
Navidad 99 (1999)
CAMPANILLEROS
En la noche
de la Nochebuena
bajo las estrellas
y por la madrugá,
los pastores,
con sus campanillas,
adoran al Niño
que ha nacido ya.
Y con devoción,
van tocando
zambombas, panderos,
cantando las coplas
al Niño de Dios.
Texto: Popular
RIN , RIN
I
Hacia Belén va una burra
rin, rin,
yo me remendaba,
yo me remendé,
yo me eché un remiendo,
yo me lo quité,
cargada de chocolate;
lleva su chocolatera
rin, rin,
yo me remendaba,
yo me remendé,
yo me eché un remiendo,
yo me lo quité,
su molinillo y su anafre.
María, María,
ven acá corriendo,
que el chocolatillo
se lo están comiendo.
II
En el portal de Belén
rin, rin,
yo me remendaba,
yo me remendé,
yo me eché un remiendo,
yo me lo quité,
han entrado los ratones;
y al bueno de San José
rin, rin,
yo me remendaba,
yo me remendé,
yo me eché un remiendo,
yo me lo quité,
le han roído los calzones.
María, María,
ven acá corriendo,
que los calzoncillos
los están royendo.
III
En el Portal de Belén,
rin, rin,
yo me remendaba,
yo me remendé,
yo me eché un remiendo,
yo me lo quité,
gitanillos han entrado;
y al Niño que está en la cuna,
rin, rin,
yo me remendaba,
yo me remendé,
yo me eché un remiendo,
yo me lo quité,
los pañales le han robado.
María, María,
ven acá volando,
que los pañalillos
los están llevando.
Texto: popular
TEMBLOR DE ALELUYAS
Temblor de aleluyas
sonríe en el cielo.
La gloria del día
reniega del hielo.
Tras lunas de nieve,
el sol se ha encendido:
relumbra la madre
del recién nacido.
Ruiseñor y alondra
dicen a porfía
que el verbo se ha hecho
carne de María.
La canción del ángel
florece en las ramas;
arden las estrellas
sobre las retamas.
Y alegre el paisaje
recibe a la Vida
que trajo en su seno
doncella parida. Texto: Antonio Gala
Caminos (2000)
Hay una encrucijada de caminos
escritos por el viento y por el agua
el agua sigue su curso
el viento siempre lo cambia.
Los ríos que tiene Burgos
dan su caudal a tres mares
unos bajan de la nieve
otros surcan los trigales.
Cruzando montes y valles
por Miranda baja el Ebro
y en la ribera de Aranda,
cobre y oro, lento el Duero.
Los ríos que tiene Burgos
Broche de la historia son:
Arlanza, Fernán González,
El Cid en el Arlanzón.
Desde la nieve en los pinos
a las espigas doradas
la Cabeza de Castilla
lleva cristal en sus aguas.
Por esas venas azules
da su savia a los tres mares,
unos cruzan las montañas
otros surcan los trigales.
Texto: Antonio R. Llanillo
¡EA! “Villancico popular dedicado al bautizo del niño” (2000)
Al principio del mundo
profetizaron,
la venida del niño;
ya se ha llegado.
¡EA! Que eres como una perla
¡Ola! Que los niños te adoran
¡Oye! Que te ronda los pastores
¡Vaya! Que eres sol refulgente
Niño del alma, Niño del alma
Una estrella en el Cielo
se ha presentado,
anunciando al verbo
ser Soberano.
¡EA! Que eres como una perla
¡Ola! Que los niños te adoran
¡Oye! Que te ronda los pastores
¡Vaya! Que eres sol refulgente
Niño del alma, Niño del alma
Del oriente salieron
los Reyes Magos,
en busca del Cordero,
para adorarlo.
¡EA! Que eres como una perla
¡Ola! Que los niños te adoran
¡Oye! Que te ronda los pastores
¡Vaya! Que eres sol refulgente
Niño del alma, Niño del alma
Siguieron su viaje
tan prolongado,
siendo por una estrella
los tres guiados.
¡Ea! ¡Ea!
A Judea llegaron
los magos Reyes
y a Herodes preguntaron
los tres alegres.
¿Dónde está el que ha nacido
en tu reinado?,
en busca de él venimos
para adorarlo
¡Ea! ¡Ea! Que eres como una perla.
Este ha respondido
de que él ignora,
el que haya nacido
con tanta Gloria.
Y en el caso de que le halláreis,
en el momento,
la respuesta enviarme
sin perder tiempo.
¡Ea! ¡Ea!
Se despiden los Reyes
de Jerusalén,
y encontraron a el Niño
que estaba en Belén.
Sorprendidos quedaron
de que le vieron,
en un pequeño establo
a el Rey Supremo.
¡Ea! ¡Ea! Que eres como una perla.
De rodillas se ponen
con alegría,
ante la providencia
los tres decían.
Tú eres el Rey del Cielo
y de la Tierra,
de los niños más bellos
la mejor prenda.
¡Ea! ¡Ea!
Nunca se conoció
tan dulce nombre,
hasta la sucesión
de hacerle hombre.
Por salvar a los hombres
te has humanado,
siendo en Rey del Orbe
ser Soberano.
¡Ea! ¡Ea! Que eres como una perla.
Siendo tu madre Virgen
¡Oh! qué hermosura,
y tú de ella naciste
quedando pura.
¡Ea! ¡Ea!
Yo te ofrezco el incienso,
uno decía,
hijo del Padre inmenso
y de María.
Yo te ofrezco la mirra,
dijo el segundo,
y también a María
por todo el mundo.
Yo te ofrezco el oro,
dijo el tercero,
conociéndote en todo
por Rey del Cielo.
¡Ea! ¡Ea! Que eres como una perla.
Ya doraron al Niño
los magos Reyes
por diversos caminos
marchan alegres.
¡Ea! ¡Ea!
Ay de la tonadilla
por si te enfada
finis coronat opus,
que aquí se acaba.
Ya doraron al Niño
los magos Reyes
por diversos caminos
marchan alegres.
¡EA! Que eres como una perla
¡Ola! Que los niños te adoran
¡Oye! Que te ronda los pastores
¡Vaya! Que eres sol refulgente
Niño del alma, Niño del alma
Texto: Popular
Mensajes (2001)
Hombres y mujeres nuevos
Libertad y vida
Son una bella esperanza...
Texto: Claudio Prieto
Himno a Guardo (2001)
“Entrada del puerto”, “Boca de lo Arduo”...
Al darte nombre hicieron poesía
los romanos. “Bucardum”, “Boardo”, Guardo...
tu semblante es un poema todavía.
Guardo, donde se rinde la llanura,
donde Palencia inicia su montaña,
donde la vega encuentra la espesura...
Tu paisaje resume toda España.
La industria en tu solar encontró un hueco,
el progreso hizo acto de presencia;
quien escuchó tu voz retuvo el eco:
noble villa del norte de Palencia.
Un castillo campea el noble escudo
recordando tu raza combativa;
porque con Guardo nadie jamás pudo:
ha sido siempre el dueño de su vida.
¿Cómo no voy a quererte, Guardo mío,
si de tus fuentes bebo cada día,
si me baño en las aguas de tu río,
si eres mi pan, mi casa y mi valía?
Cuando no esté, da igual, porque tú quedas
custodiando el futuro de los hijos,
Guardo, mi paz, mi aroma, mi cobijo...
No sabe cuánto gana quien te hereda.
HIMNO A GUARDO
(Cantado)
Asentado en un cruce de caminos
hiciste de mil sangres sangre propia;
de ser paso llegaste a ser destino,
empezando a escribir tu ilustre historia.
Naciste agricultor y ganadero
creciendo en los oficios artesanos
te convertiste en patria de mineros...
buenas gentes que viven de sus manos.
El orgullo vibra en mi garganta
cuando entono este himno en tu memoria.
Es mi alma y no mi boca quien te canta,
Guardo, en tu honor y por tu gloria.
¡Que siga el roble encima de tus montes
y el Carrión verdeciendo tu ribera;
el sol enrojeciendo tu horizonte
y tu estampa saltando las fronteras!.
Sobrado de abolengo y señorío,
al amparo de la naturaleza,
vive Guardo su propio desafío
mientras labora, crece, canta y reza.
El orgullo vibra en mi garganta
cuando entono este himno en tu memoria.
Es mi alma y no mi boca quien te canta,
Guardo, en tu honor y por tu gloria. Texto: Javier Castrillo
Cantata Manriqueña (2004/2005)
I Narrador
ALMA MIA, RECUERDA...
Pallantia me diste luz
en tu villa de Paredes,
señorío de guerreros,
de poetas y sirvientes,
luchadores por un sueño
que no alcanza sino tú.
Noble tierra castellana,
doliente tras el boato,
tras lujos y poderíos,
tras pasiones y amoríos,
tras la mentiras y pactos
que tanto tu historia ama.
Hijo, al fin, de la nobleza,
vasallo fui de tres reyes,
mas los honores rendí
a mi estirpe y a mis gentes,
a mi Orden y a mi casa,
a mi pluma y a mis preces.
Ahora que revuelta anda
la muerte con mi persona,
en este Garci Muñoz
en el que Villena mora,
herido, mas no en mi honra,
a todos doy mi legado:
lujo en falso, gallardía,
crueles luchas, bonhomía,
y un buen puñado de versos
que es la herencia, y es lo cierto,
que llevo en mi corazón.
Amor, guerras y poesía
rindieron mi entendimiento,
y en mi divisa, una ley,
que mi alma siempre elegía,
ni miento ni me arrepiento.
Texto: Laura Prieto
II Coro
Ni miento ni me arrepiento
ni digo ni me desdigo,
ni estó triste ni contento,
ni reclamo ni consiento,
ni fío ni desconfío;
ni bien vivo ni bien muero,
ni soy ajeno ni mío,
ni me venço ni porfío,
ni espero ni desespero.
...
Conmigo sólo contiendo
En una fuerte contienda,
Y no hallo quien me entienda,
Ni yo tampoco me entiendo.
Entiendo y sé lo que quiero,
mas no entiendo lo que quiera
quien quiere siempre que muera
sin querer creer que muero.
(A su mote que dice: Ni miento ni me arrepiento”)
III Narrador
EL AQUEJADO
¡O, muy alto Dios de amor,
por quien mi vida se guía!,
¿cómo sufres tú, señor,
siendo justo juzgador,
en tu ley tal herejía?
¿Qué se pierda el que sirvió,
que se olvide lo servido,
que viva quien engañó,
que muera quien bien amó,
que valga el amor fengido?...
Si eres Dios de verdad,
¿por qué contienes mentiras?
Si tienes en ti bondad,
¿por qué sufres tal maldad?
O ¿qué aprovechan tus iras,
tus sañas tan espantosas
con que castigas y fieres?
Tus fuerzas tan poderosas
-pues comportas tales cosas-
dí, ¿para cuándo las quieres?.
RESPONDE EL DIOS DE AMOR
Amansa tu turbación,
recoge tu seso un poco,
no quieras dar ocasión
a tu gran alteración
que te pueda tornar loco;
que bien puedas apelar,
que otro Dios hay sobre mí
que te pueda remediar,
y a mí también castigar
si mala sentencia di.
REPLICA EL AQUEJADO:
En ti solo tuve fe
después que te conoscí;
pues, ¿cómo paresceré
ante el Dios a quien erré
quejando del que serví?.
Que me dirá, con razón,
que me valga cuyo so,
y que pida el galardón
a quien tuve el afición,
que El nunca me conoció.
Mas, pues no fue justamente
esa tu sentencia dada
contra mí, por ser absente,
agora, que estó presente,
revócala, pues fue errada;
y dame plazo y traslado
que diga de mi derecho;
y si no fuese culpado,
tú serás el condenado,
yo quedaré satisfecho...
RESPONDE EL DIOS DE AMOR
No te puedo ya sofrir
porque mucho te me atreves;
sabes que habré de reñir
y aún podrá ser que herir,
pues no guardas lo que debes.
Y pues eres mi vasallo,
no te hagas mi señor,
que no puedo comportallo;
ni presumas, porque callo,
que lo hago por temor.
REPLICA EL AQUEJADO:
No cures de amenazarme
ni estar mucho bravacando,
que tú no puedes dañarme
en nada más que en matarme,
pues esto yo lo demando;
ni pienses que he de callar
por esto que babeaste,
ni me puedes amansar
si no me tornas a dar
lo mesmo que me quitaste.
RESPONDE EL DIOS DE AMOR
Pues sabes que no lo habrás
de mí jamás en tu vida,
veamos qué me darás,
o que cobro te harás
sin mí para tu herida;
y bien sé que has de venir,
las rodillas por el suelo,
a suplicarme y pedir
que te diera recebir
y poner algún consuelo.
REPLICA EL AQUEJADO
Quiero moverte un partido,
escúchame sin enojos:
si me das lo que te pido,
de rodillas, y aun rendido,
te serviré, y aun de ojos;
pero sin esto no entiendas
que yo me contentaré,
ni quiero sino contiendas;
porque todo el mundo en prendas
que me des, no tomaré.
RESPONDE EL DIOS DE AMOR, Y ACABA
Por tu buen conocimiento
en te dar a quien te diste,
por tu firme pensamiento,
por las penas y tormento
que por amores sofriste,
te torno y te restituyo
en lo que tanto deseas,
y te do todo lo tuyo,
y por bendición concluyo
que jamás en tal te veas.
(De Don Jorge Manrique quejándose del Dios del Amor, y como razona el uno con el otro)
IV Coro
Ni miento ni me arrepiento
ni digo ni me desdigo,
ni estó triste ni contento,
ni reclamo ni consiento,
ni fío ni desconfío;
ni bien vivo ni bien muero,
ni soy ajeno ni mío,
ni me venço ni porfío,
ni espero ni desespero.
...
Conmigo sólo contiendo
en una fuerte contienda,
y no hallo quien me entienda,
ni yo tampoco me entiendo.
Entiendo y sé lo que quiero,
mas no entiendo lo que quiera
quien quiere siempre que muera
sin querer creer que muero.
(A su mote que dice: “Ni miento ni me arrepiento”)
V Contratenor
Es amor fuerça, tan fuerte,
que fuerça toda razón;
una fuerça de tal suerte,
que todo seso convierte
en su fuerça y afición;
una porfía forçosa
que no se puede vencer,
cuya fuerça porfiosa
hazemos más poderosa
queriéndonos defender.
Es plazer en que hay dolores,
dolor en que hay alegría,
un pesar en que hay dulçores,
un esfuerço en que hay temores,
temor en que hay osadía;
un plazer en que hay enojos,
una gloria en que hay pasión,
una fe en que hay antojos,
fuerça que hazen los ojos
al seso y al coraçon.
Es una catividad
sin parescer las prisiones;
un robo de libertad,
un forzar de voluntad
donde no valen razones;
una sospecha celosa
causada por el querer,
una rabia deseosa
que no sabe qué es la cosa
que desea tanto ver.
Es un modo de locura
con las mudanças que haze:
una vez pone tristura,
otra vez causa holgura:
como lo quiere y le plaze.
Un deseo que al ausente
trabaja, pena y fatiga;
un recelo que al presente
haze callar lo que siente,
temiendo pena que diga.
FIN
Todas estas propiedades
tiene el verdadero amor.
El falso, mil falsedades,
mil mentiras, mil maldades,
como fengido traidor.
El toque para tocar
cuál amor es bien forjado,
es sofrir el desamar,
que no puede comportar
el falso sobredorado.
(Diziendo qué cosa es amor)
VI Barítono
Vé, discreto mensagero,
delante aquella figura
valerosa
por quien peno, por quien muero,
flor de toda hermosura
tan preciosa...,
y después de saludada
su valer, con afición
tras quien sigo,
de mi triste enamorada
le harás la relación
que te digo:
Díle que vivo sin ella
como las almas serenas,
muy penado
de pena mayor que aquella,
de sus grillos y cadenas
aferrado;
y si no quiere valerme,
pues yo no sé remediarme
en tal modo,
para nunca socorrerme,
muy mejor será matarme
ya del todo
(Estando Ausente de su amiga, a un mensajero que allá enviaba)
VII Soprano
Yo soy quien libre me vi,
yo, quien pudiera olvidaros;
yo so la que por amaros
estó, desque os conoscí,
sin Dios y sin vos y mí.
Sin Dios, porque en vos adoro;
sin vos, pues no me queréis;
pues sin mí ya está de coro
que vos sois quien me tenéis.
Así que triste nascí,
pues que pudiera olvidaros;
yo so la que por amaros
estó, desque os conoscí,
sin Dios y sin vos y mi.
(Sin Dios y sin vos y mi)
VIII Dúo soprano – barítono
No tardes, Muerte, que muero;
ven , porque viva contigo;
quiéreme, pues que te quiero,
que con tu venida espero
no tener guerra conmigo.
Ven aquí, pues, ya que muero;
búscame, pues que te sigo;
quiéreme, pues que te quiero,
e con tu venida espero
no tener vida conmigo.
(Canción)
IX Coro
“¡O, Beata Madrigal,
ora pro nobis a Dios!”
“¡O, Santa Villa Real,
señora, ruega por nos!”
“¡Santo Yepes, Santa Coca,
rogad por nos al Señor,
porque de vuestro dulçor
no fallezca a la mi boca!”
“¡Santo Luque, yo te pido
que ruegues a Dios por mí,
y no pongas en olvido
de me dar vino de ti!”
“¡O tú, Baeça beata,
Ubeda, santa bendita,
este deseo me quita
del torrontés, que me mata!”
(Coplas a una beoda que tenía empeñado un brial en la taberna)
X. coro
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el plazer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
e acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo non venido
por pasado.
Non se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera
más que duró lo que vió,
pues que todo ha de pasar
por tal manera.
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van lo señoríos
derechos a se acabar
e consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
e más chicos,
allegados, son iguales
los que viven por sus manos
e los ricos.
Este mundo es el camino
para el otro, que es morada
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nascemos,
andamos mientras vivimos,
e llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos.
¿Qué se hicieron las damas,
sus tocados e vestidos,
sus olores?
¿Qué se hizieron las llamas
de los fuegos encendidos
de amadores?
¿Qué se hizo aquel trovar,
las músicas acordadas
que tañían?
¿Qué se hizo aquel dançar,
aquellas ropas chapadas
que traían?
Las dádivas desmedidas,
los edeficios reales
llenos de oro,
las vaxillas tan fabridas,
los enriques e reales
del tesoro,
los jaezes, los caballos
de sus gentes e atavíos
tan sobrados,
¿dónde iremos a buscallos?;
¿qué fueron sino rocíos
de los prados?
Las huestes innumerables,
los pendones, estandartes
e banderas,
los castillos impugnables,
los muros e baluartes
e barreras,
la cava honda, chapada,
o cualquier otro reparo,
¿qué aprovecha?
Cuando tú vienes airada,
todo lo pasas de claro
con tu flecha.
Aquel de buenos abrigo,
amado, por virtuoso,
de la gente,
el maestre don Rodrigo
Manrique, tanto famoso,
e tan valiente;
sus hechos grandes e claros
non cumple que los alabe,
pues los vieron;
ni los quiero hazer caros,
pues que el mundo todo sabe
cuáles fueron.
Amigo de sus amigos,
¡qué señor para criados
e parientes!
¡Qué enemigo de enemigos!
¡Qué maestro de esforçados
e valientes!
¡Qué seso para discretos!
¡Qué gracia para donosos!
¡Qué razón!
¡Qué benino a los sujetos!
¡A los bravos e dañosos,
qué león!
Así, con tal entender,
todos sentidos humanos
conservados,
cercado de su mujer
y de sus hijos e hermanos
e criados,
dio el alma a quien se la dio
(el cual la dio en el cielo
en su gloria),
que aunque la vida perdió,
dexónos harto consuelo
su memoria. (Coplas a la muerte de Don Rodrigo Manrique, Maestre de Santiago)
Textos: Jorge Manrique
Niño Romero (2005)
Sube tú, niño romero,
a la Bien Aparecida.
Trepa tú apartando helechos
por esa ladera pindia.
Cómo suenan las abejas
en el sol del mediodía.
El gusanico del tren
desde arriba
qué diminuto se escurre,
tuerce, cabalga el Asón
-túnel- de Marrón a Limpias.
La Virgen ya te esperaba
alzándose de puntillas.
Entra tú, niño romero,
en la ermita
y tu cabeza rapada
métela en el hueco santo
de la piedra húmeda y fría.
Ya no tendrás más dolores,
pesadumbres ni malicias.
Rézale, niño, una salve
a la Bien Aparecida.
Texto: Gerardo Diego
Sutilezas del ingenio (2006/2007)
AMANTE APARTADO, PERO NO AUSENTE, AMADOR DE LA HERMOSURA DE L´ALMA SIN OTRO DESEO
Puedo estar apartado, mas no ausente;
y en soledad, no solo; pues delante
asiste el corazón, que arde constante
n la pasión que siempre está presente.
El que sabe estar solo entre la gente
se sabe solo acompañar: que, amante,
a membranza de aquel bello semblante
a la imaginación se le consiente.
Yo vi hermosura y penetré la alteza
de virtud soberana en mortal velo:
adoro l´alma, admiro la belleza.
Ni yo pretendo premio ni consuelo,
que uno fuera soberbia, otro vileza:
menos me atrevo a Lisi, pues, que al cielo.
SOLICITUD DE SU PENSAMIENTO ENAMORADO Y AUSENTE
¿Qué buscas, porfiado pensamiento,
ministro sin piedad de mi locura,
invisible martirio, sombra obscura,
fatal persecución del sufrimiento?
Si del largo camino estás sediento,
mi vista bebe, su corriente apura;
si te promete albricias la hermosura
de Lisi, por mi fin, vuelve contento.
Yo muero, Lisi, preso y desterrado;
pero si fue mi muerte la partida,
de puro muerto estoy de mí olvidado.
Aquí para morir me falta vida,
allá para vivir sobró cuidado.
Fantasma soy en penas detenida.
Francisco de Quevedo. Poesía amorosa
AL MOSQUITO DE LA TROMPETILLA
Ministril de las ronchas y picadas,
mosquito postillón, mosca barbero,
hecho me tienes el testuz harnero
Y deshecha la cara a manotadas.
Trompetilla que toca a bofetadas,
que vienes con rejón contra mi cuero,
Cupido pulga, chinche trompetero,
que vuelas comezones amoladas,
¿por qué me avisas, si picarme quieres?;
que pues que das dolor a los que cantas,
de casta y condición de potras eres.
Tú vuelas y tú picas y tú espantas,
y aprendes del cuidado y las mujeres
a malquistar el sueño con las mantas
A UN HOMBRE DE GRAN NARIZ
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una alquitara medio viva,
érase un peje espada mal barbado;
era un reloj de sol mal encarado,
érase un elefante boca arriba,
érase una nariz sayón y escriba,
un Ovidio Nasón mal narigado;
érase el espolón de una galera,
érase una pirámide de Egito,
los doce tribus de narices era;
érase un naricísimo infinito,
frisón archinariz, caratulera,
sabañón garrafal, morado y frito.
Francisco de Quevedo. Poesía festiva
REPRESÉNTASE LA BREVEDAD DE LO QUE SE VIVE Y CÚAN NADA PARECE LO QUE SE VIVIÓ
¡Ah de la vida!... ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido,
las horas mi locura las esconde.
¡Que sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
Y no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue, mañana no ha llegado,
hoy se está yendo sin parar un punto:
soy un fue y un será y un es cansado.
En el hoy y mañana y ayer junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.
SALMO
¡Cómo de entre mis manos te resbalas!
¡Oh cómo te deslizas, edad mía!
¡Qué mudos pasos traes, oh muerte fría,
pues con callado pie todo lo igualas!
Feroz, de tierra el débil muro escalas,
en quien lozana juventud se fía;
mas ya mi corazón del postrer día
atiende el vuelo sin mirar las alas.
¡Oh condición mortal! ¡Oh dura suerte!
¡Que no puedo querer vivir mañana
sin la pensión de procurar mi muerte!
Cualquier instante de la vida humana
es nueva ejecución, con que me advierte
cuán frágil es, cuán mísera, cuán vana.
Francisco de Quevedo. Poesía grave