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CONCIERTO LATINO (1991)

Clarinete en la y orquesta de cuerda

Dedicada a Adolfo Garcés

P:        Clar Sol- 6.5.4.4.3   ó   5.4.3.3.2            

D:        29 minutos

E:        Madrid, Auditorio Nacional de Música, Concierto de la Sociedad Estatal V Centenario, 30 octubre 1991

I:         Adolfo Garcés. Orquesta de Cámara Reina Sofía. Luis Remartínez

G:        CD  SGAE 0017 ,Madrid 1994 – Orquesta de Cámara Reina Sofía . RafaelFrühbeck de Burgos

En:      Encargo Sociedad Estatal V Centenario  1991

Ed:      Editorial Arambol

Comentario del autor:

Parece que asistimos a un momento en el que la cultura latina disfruta de un protagonismo ciertamente especial . Lo latino siempre se ha relacionado con la luminosidad , con la alegría, con el canto, con la risa , con todos aquellos elementos que podrían dar a la vida un transcurrir más placentero, más equilibrado entre lo que es la cultura del ocio y la cultura del trabajo . Hasta la tierra es una madre cálida y agradecida que ofrece lo mejor y más variado de sus frutos para beneficio de sus hijos.                                                                                                                    

Muchos también identifican lo latino con la farándula , con la juerga. Y  si es la música, inmediatamente acude a nuestra mente la imagen de ritmos sugerentes , envolventes, que te arrastran hacia ellos porque están cargados de vigor, de dinamismo, pero también de sensualidad, de alegría.                                                                              

 La  cultura  latina  es ,  efectivamente ,  todo eso .  Y  lo  es  ahora  cuando bajo tal denominación se agrupan no sólo los países mediterráneos sino también los centro y sudamericanos . Pero la cultura latina es y , sobre todo , ha sido , mucho más que todo eso. Es la necesidad de descubrir horizontes nuevos , es el afán de conquista , es la construcción de espacios inteligentes que proporcionan una mejor calidad de vida y , por encima de todo , es un sentimiento artístico que nos es innato , propio , característico. Un sentido que ha dado muchos de los mejores artistas que ha tenido la humanidad en todos los tiempos . Un culto al arte que ha dejado su impronta en las páginas de la historia con letras de oro.

Es a esta cultura latina y a todo lo que ha significado y significa , a la que quiero rendir un homenaje de admiración y respeto a través de este CONCIERTO  LATINO , concebido para Clarinete en La y Orquesta de Cuerda.                                                                                                 

Esta obra fue creada entre finales de julio y primeros de octubre del 1991 ( su conclusión coincidiendo exactamente con el día de la Hispanidad ) , y por medio de ella he pretendido llevar a puerto una serie de inquietudes vinculadas con los pretextos que la dieron vida . De un lado , la amistad  y la admiración que siento hacia el protagonista de esta pieza , y de otro , el ya comentado tema de la latinidad , asimismo estrechamente ligado a una importante etapa de mi vida .

La partitura se proyecta en tres partes: la primera y tercera corresponden al solista y a la orquesta y la segunda, le pertenece por completo al clarinete, a ese clarinete en La, que pretendemos elevar a un primer plano .   Su  escritura  tiene   muy   en  cuenta  tanto  la   personalidad como las peculiaridades de este medio de expresión , a quien hemos dirigido nuestro cariño y nuestras ilusiones.                                               

El CONCIERTO  LATINO ha sido escrito a instancias del gran clarinetista español, Adolfo Garcés, a quien está dedicado y responde por otra parte  a un encargo de la Sociedad Estatal V Centenario. Octubre 1991

CONCIERTO MEDITERRÁNEO (1992)

Trompeta y orquesta clásica

P:        Tpta Sol-2con ftín.2.-2.0.2.1-4.2.2.1-tim-perc-cu           

D:        25 minutos

E:        Valladolid, Teatro Calderón, 29 abril 1992

I:         José Ortí Soriano. Orquesta Sinfónica de Castilla y León. Sung Kwang

Ed:      Editorial Arambol

Comentario del autor:

Mismo comentario que la versión con orquesta sinfónica

CONCIERTO DE PLENILUNIO (1997)

Saxofón alto en mi bemol y orquesta sinfónica

Dedicada a Manuel Miján

P:        Sax Sol-1.2.2.ci-rqto.1.1.2.1- 4.3.3.1-tim-3perc-cel-p-cu           

D:        22 minutos

E:        Valencia, Palau de la Música, XI Festival Internacional de Saxofón, 27 septiembre 1997

I:         Manuel Miján. Orquesta Sinfónica del Mediterráneo. Cristóbal Soler

G:        Grabación Radio Nacional de España

En:      Encargo de Manuel Miján

Ed:      Editorial Arambol

Comentario del autor:

Todo comenzó una noche de Junio de 1990, cuando mi buen amigo Juan Ripollés, "Ripo" -como le llamamos cariñosamente-, castellonense de pro y pintor universal, nos convocaba a un "concierto de plenilunio" en la localidad de Mas de Flors, con la promesa de disfrutar de una suerte de noche ritual en la que, bajo la magia de la luna llena, comulgaran música y pintura en una única sesión bien regada, eso sí, por los vinos y licores de una tierra rica en esencias, y condimentada con unos platos salidos de unas manos generosas y sabias.

La promesa se cumplió, y esa feliz unión entre arte y gastronomía volvió a repetirse dos años más en unas veladas que el propio Ripo calificaba como "una ilusión por el arte y la amistad".

Fueron reuniones que sólo pretendían el placer desinteresado por y con la música, sacándola de sus espacios habituales para llevarla a un plano más "terrenal', más cercano. Gozábamos la sensación, además, de ser a la vez actores y espectadores en un escenario cuya belleza no estaba buscada en decorados fastuosos, sino en la sencillez acogedora del propio entorno. Teníamos la alegría, en fin, de compartir todo esto entre amigos, de ser cómplices todos de la obra.

De los posos y recuerdos que me dejaron aquellas jornadas, nace ahora este “Concierto de Plenilunio”, con el que he querido no sólo evocar su espíritu, sino rendir homenaje a esa "ilusión por el arte y la amistad" y, muy especialmente, a Juan Ripollés, el artista que las hizo posible.

Concierto de Plenilunio está dedicado a Manuel Miján, uno de nuestros músicos más inquietos e inspirados en las nuevas técnicas del saxofón. Me consta que se trata de su vehículo de expresión más querido y  sin  duda, uno de sus grandes amores. Con él ha realizado una meritoria labor, artística y educativa. Septiembre 1997

    

CONCIERTO DE SORIA (1998)

Flauta y orquesta de cuerda

Dedicada a Álvaro Marías

P:        Flauta y orquesta de cuerda            

D:        29 minutos

E:        Soria, Palacio de la Audiencia, VI Otoño Musical Soriano, 12 septiembre 1998

I:         Álvaro Marías. Camerata del Otoño Musical Soriano. Odón Alonso

G:        Grabación Radio Nacional de España

En:      Encargo VI Otoño Musical Soriano  

Ed:      Editorial Arambol

Comentario del autor:

Cuando Odón Alonso se puso en contacto conmigo para comunicarme el encargo de una obra por parte del Otoño Musical Soriano, festival que dirige con un acierto y entusiasmo que le ha llevado a ganarse un puesto de honor entre los grandes acontecimientos musicales españoles, pensé en poner música a algún aspecto relacionado con el ámbito soriano.

Trabajando tanto con textos escritos como con mis propias impresiones recibidas durante mis visitas a esas tierras, fui perfilando poco a poco la idea que más adelante terminaría  convirtiéndose en este "Concierto de Soria", así como definiendo la formación instrumental más idónea para llevarla a cabo, que en este caso fueron la flauta dulce y la orquesta de cuerda.

"Concierto de Soria" está concebida en tres partes y una cadencia que, en realidad, puede considerarse como una cuarta parte. A lo largo de sus cuatro movimientos he pretendido reflejar, por una parte,  las características que configuran el paisaje soriano y que, aún en su diversidad o quizá es precisamente por ella, le dan esas señas de identidad que le hacen inconfundible y con pocos paralelismos en la geografía española: fortaleza evocadora de su seno castellano, cobija tan pronto grandes páramos solemnes y desolados, apenas salpicados de enebros que rompen el horizonte, como ríos orgullosos de saltos abruptos compartidos con el Duero, ese sendero de agua celta que nutre la tierra como un padre generoso; pero también valles que son paraísos donde reverdecen robles, fresnos, sauces y pinos, y sierras de roquedales como murallas imponentes,  donde montañas caprichosas alojan mitos y espíritus de magia sobrecogedora...  Una orografía, en fin, que ha sido ampliamente glosada por narradores y poetas, entre los que destaca, sin duda,  la figura de Antonio Machado, a quien podríamos considerar como el cantor de Soria por excelencia. Y es precisamente ese genio machadiano el que he querido hacer presente asimismo en la obra, como fuente complementaria de un paisaje que se hizo universal en sus versos. Pero no solo he recogido su figura en tanto que relacionada con Soria, sino en cuanto a Machado como hombre sensible que halla en la naturaleza una parte esencial de su ser. Así, desde los guiños a su infancia sevillana, hasta el dolor del poeta por el amor perdido,  he establecido las conexiones íntimas entre su vida y el paisaje soriano, buscando un juego con las emociones variadas y contradictorias que provoca esta tierra castellana, al que he querido sumarme desde los pentagramas del "Concierto de Soria". Julio 1998

                                                                     

CONCIERTO POÉTICO (2002, revisada 2005)

Guitarra y orquesta clásica

P:        Gui Sol-0.2.1.ci-1.1.2.0-2.2.2.0-tim-2perc-arp-cu        

D:        32 minutos

E:        Valladolid, Teatro Calderón, Temporada de conciertos 2003/2004, 1 abril 2004

I:         Gabriel Estarellas. Orquesta Sinfónica de Castilla y León. Uros Lajowitz

En:      Encargo de Gabriel Estarellas

Ed:      Editorial Arambol

Comentario del autor:

Muchas veces he recurrido a algunos poetas como punto de partida o de llegada en mis obras, y aún sigo haciéndolo. Otras muchas ha habido poemas que han sido calurosos compañeros de viaje para mi música. Nunca, sin embargo, había pensado en dedicar una obra a la Poesía, así escrita, con mayúsculas, de la que he sido y soy un profundo disfrutante y a la que, sin duda, debo por ello un tributo. A toda, podría añadir, pero muy especialmente, muy por encima de cualquier otra, a la española. Tal vez por eso, cuando llegó la oportunidad de escribir este nuevo concierto para guitarra y orquesta, algo me dijo que había llegado el momento de corresponder a todo lo recibido.

Como otros antes que yo, me gustaría poder explicar qué es la Poesía pero, honestamente, no sabría hacerlo: un perfume que queda en el aire, una evocación, una chispa que enciende algo en el espíritu... Me viene a la memoria  uno de los Prologuillos de León Felipe, que quizá sea la definición, a mi juicio, que más se acerque a su esencia:

               

            Deshaced este verso.

                Quitadle los caireles de la rima,

                el metro, la cadencia

                y hasta la idea misma...

                Aventad las palabras...

                y si después queda algo todavía

                eso

                será la poesía...

               

                                                                                    Francisco de Quevedo. Himno a las Estrellas (de Antología Poética)

            Te tenía olvidado,

                Cielo, y no eras

                Más que un vago existir de luz,

                Visto –sin nombre-

                Por mis cansados ojos indolentes.

                ...

                Hoy te he mirado lentamente,

                Y te has ido elevando hasta tu nombre.

                                                                                                Juan Ramón Jiménez. Cielo (de Segunda Antología Poética)

            ...A través del aire o de un vidrio, sin ornamento,

                La realidad propone siempre un sueño...              Jorge Guillén. Buenos Días (de Cántico)

                                                                                                                                                                    

Con estos versos, y los infinitos que quedan en el tintero, he querido rendir, como decía, un homenaje a la Poesía y a los poetas españoles a través de este Concierto Poético, nacido a instancia de nuestro gran guitarrista Gabriel Estarellas. A lo largo de todo el discurso musical, he mantenido un papel eminentemente protagonista para la guitarra. Por lo que respecta a nivel estructural, la obra está proyectada en tres partes: en la primera, y tras una breve introducción, se van alternando tiempos moderados y rápidos, entre los que incluyo una especie de paréntesis en tiempo lento en el que juego con el intimismo y la magia de los armónicos. Por su parte, el segundo movimiento es lento y muy expresivo y en él tiene lugar una breve cadencia de la guitarra. El tercer movimiento es de carácter muy rítmico y dinámico, con amplios contrastes, y en su interior cobra vida una gran cadencia de la guitarra eminentemente virtuosística, que da paso al broche final. Febrero 2004

FUEGO AZUL  Doble concierto de saxofón, orquesta de cuerda  (2002)

Saxofón, piano y  quinteto de cuerda   u  orquesta de cuerda

Dedicada a Víctor Martín en su 50 aniversario

P:        Sax Sol-P Sol-5.4.3.3.2           

D:        26 minutos

E:        Ljubljana (Eslovenia), Linhart Hall,  XIV Congreso Mundial de Saxofón, 8 julio 2006

I:         Francisco Martínez. Zoltan Peter. Orquesta de Cámara del Congreso. Matjaz Rebolj

Ed:      Editorial Arambol

Comentario del autor:

De la magia, del sentido ritual que emerge del fuego, se ha dicho y escrito casi todo. Ciertamente no hay cultura que se haya sustraído al poder seductor del crepitar de las llamas, de sus caprichosas formas que se elevan y descienden, que se enredan en una suerte de danza pasional de vocación eterna. En la contemplación del fuego se ponen en marcha casi todos los sentidos, quizás en ello radique la fuerza de su atracción.  Es sonido, es olor, es luz y calor pero es, sobre todo, color, el color que emana de su fuente originaria, una paleta en la que se conjugan amarillos, naranjas y rojos para lograr su particular y subyugante espectáculo. Hay, sin embargo, un fuego mucho más espectacular.

Es el que nace de determinadas maderas al someterse al rito inexorable de la vida, y donde el principal espacio cromático está ocupado por un azul intenso en permanente pugna con el resto de las tonalidades. La evocación de este fuego y la belleza de sus contrastes, me ha servido de pretexto para titular a esta nueva obra FUEGO AZUL, pero no sólo he pretendido quedarme en la pura impresión estética producida por el fenómeno físico concreto - en absoluto, por otra parte, fruto del azar-, sino que también me ha interesado plasmar su proyección simbólica, que en mi interior se traduce en un paralelismo con el propio ser humano, con sus contradicciones emocionales, cuyo discurso tampoco está exento de cierta lógica.

FUEGO AZUL responde a una petición de Joaquín Franco y Blanca Calvo, para el XII Congreso Mundial de Saxofón de Montreal y a ellos está dedicada. Junio 2002

CIELO Y TIERRA “Cuádruple concierto para cuatro arpas (tres convencionales y una electrónica) y orquesta, en homenaje a Ludovico. Inspirado en San Juan de la Cruz” (2003)

Cuatro arpas y orquesta sinfónica

P:        4 Arp Sol-0.2.2.0-2.0.2.0- 4.2.2.1-tim-2perc-cel-cu           

D:        37 minutos

E:        Madrid, Teatro Monumental, 27 noviembre 2003

I:         María Rosa Calvo-Manzano, Luisa Domingo, Maite García, Úrsula Segarra. Orquesta Sinfónica de RTVE. Yoav Talmi

G:        Grabación Radio Nacional de España. Retransmisión Televisión Española

En:      Encargo de María Rosa Calvo-Manzano

Ed:      Editorial Arambol

Comentario del autor:

A propuesta de María Rosa Calvo Manzano y a ella dedicada , nace esta nueva obra, Cielo y Tierra, para cuatro arpas y orquesta, un maridaje, si bien ciertamente insólito en nuestra reciente historia musical, muy sugerente en cuanto a sus posibilidades estéticas y, sin duda, un gran reto a título personal.

Para la creación de Cielo y Tierra, me he inspirado no tanto en la figura y en la obra de San Juan de la Cruz, aunque obviamente haya tenido presentes ambas facetas, sino de un modo especial en el sentido que hizo de su vida y su poesía, convirtiéndolas en un viaje espiritual , místico, entre la esperanza de la tierra y la seguridad del cielo, un viaje que no es la negación del punto de partida y del punto de llegada, sino precisamente la afirmación de uno y otro: la afirmación de que para llegar es necesario partir, como tan oportunamente señalara Ignacio B. Anzoátegui en su “Prólogo” a las Obras Escogidas de nuestro poeta. Ese recorrido, ese camino hecho al andar en pos de una superación, de un ideal, es el que he querido utilizar como fondo conceptual en esta obra, tanto por su realidad última como por la riqueza de su intrínseco sentido metafórico, sentido que San Juan de la Cruz ponía en versos como estos:

               

Que bien sé yo la fonte

que mana y corre,

                               aunque es de noche.

Aquella eterna fonte está ascondida,

que bien sé yo dó tiene su manida,

                               aunque es de noche.

 

Su origen no lo sé, pues no lo tiene,

mas sé que todo origen de ella viene,

                               aunque es de noche.

Sé que no puede ser cosa tan bella,

y que cielos y tierra beben de ella,

                               aunque es de noche...

               

Su claridad nunca es escurecida,

y sé que toda luz de ella es venida,

                               aunque es de noche.

Sé ser tan caudalosas sus corrientes,

que infiernos, cielos riegan, y las gentes,

                               aunque es de noche...

               

Aquí se está llamando a las criaturas,

porque de esta agua se harten, aunque a escuras,

                               aunque es de noche.

Aquesta viva fuente que deseo,

en este pan de vida yo la veo,

                               aunque es de noche.

                                                                                           (Cantar del Alma que se Goza de Conocer a Dios por Fé)

               

Cielo y Tierra  quiere, además, ser un homenaje al genial arpista Ludovico, virtuoso admirado por todos los músicos de su época y verdadero revolucionario de la técnica instrumental, al haber conseguido extraer semitonos de arpas de afinación diatónica. Alonso de Mudarra, gran admirador de su talento y calidad interpretativa, puso en partitura la célebre Fantasía  que Remeda el Arpa de Ludovico, de la que me sirvo precisamente como vehículo para este homenaje, formalmente estructurado en una introducción y tres partes que se pueden resumir como sigue:

Se reúnen en la Introducción una serie de elementos entre los que incluyo, a modo de diminuto aroma, una cita de la Fantasía que Remeda el Arpa de Ludovico, de Alonso de Mudarra, expandiéndose tanto a lo largo de la propuesta introductoria como de la primera parte, y teniendo una presencia activa, al igual que el resto de los elementos, en el devenir creativo de Cielo y Tierra. Sigue una primera parte formada por dos secciones encabezadas por temas diferentes con sus respectivos desarrollos y contrastes,en sintonía con la línea argumental en la que se sustenta la obra.

La segunda parte consiste en un tiempo lento, también estructurado en dos secciones, de carácter muy expresivo, con una proyección amplia y variada conformada a través de unos valores, en la mayoría de los de corta duración, y teñida de una cierta inquietud dentro de una filosofía cercana a la improvisación pero dentro de un marco de escritura riguroso. Tras una breve intervención de la orquesta, de espíritu contemplativo, es la cadencia de las cuatro arpas la que recoge aspectos como la presentación de partículas anteriores, diálogos horizontales y verticales entre el arpa electrónica y las convencionales, independencia, virtuosismo, hondura... Vuelve la orquesta recreando ambientes pasados y presentando las nuevas propuestas que conducirán directamente a la tercera parte, donde se evidencia un sistema de preguntas y respuestas breves, de personalidad impetuosa, pujante, rítmica... hasta llegar a una segunda cadencia confiada al arpa electrónica, en la que un perfil improvisativo se superpone a unos materiales previamente establecidos que desembocarán en el tutti orquestal con el resto de las arpas, por medio de un sistema de intervenciones cada vez más próximas e impulsivas y de menor aliento. Le sucede un segundo solo del arpa electrónica, que expone fielmente ese tema de la Fantasía que Remeda el Arpa de Ludovico, fugazmente apuntado en la introducción y la primera parte, y envuelto por alguna de las múltiples posibilidades que ofrece este peculiar medio de comunicación. Se llega así, previo recorrido del oportuno camino preparatorio, al broche final, plasmado en un acorde seco y fortísimo. Octubre 2003

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