ESPAÑA 2000 “Entrada al nuevo milenio” (1999)
Orquesta sinfónica
P: 2.2.2.ci-rqto.2.2.2.1-4.3.3.1-tim-4perc-arp-cu
D: 12 minutos
E: Valencia, Palau de la Música, Concierto inaugural de la Sociedad Estatal España Nuevo Milenio, 2 febrero 2000
I: Orquesta Sinfónica de Valencia. Rafael Frühbeck de Burgos
G: Grabación Radio Nacional de España. Retransmisión Televisión Española
CD Iberoautor SAO1267 –Málaga 2006 . Orquesta Filarmónica Málaga. José de Eusebio
En: Encargo Sociedad Estatal España Nuevo Milenio
Ed: Editorial Arambol
Comentario del autor:
Dicen unos, que con las recientes campanadas hemos cruzado el umbral de un nuevo milenio: otros que aún tenemos que esperar a las siguientes para que esto se haga realidad. Sea como fuere, lo cierto es que el 2000 se ha instalado en las conciencias como una cifra mítica, como el guarismo mágico que señala la mudanza de lo viejo en nuevo, como la invocación secreta que abriera todas las puertas de un mundo por descubrir...
Así lo sentimos, sobre todo, quienes hemos gastado buena parte de nuestra existencia en una centuria plagada de acontecimientos, tanto públicos como sociales, científicos como culturales, sucedidos a ritmo vertiginoso, donde a momentos memorables, de significado progreso, han relevado otros de lamentable recuerdo, de triste regresión. Y el arte, los artistas, no hemos sido ajenos a ello, no hubiéramos podido serlo aunque hubiésemos querido, porque el arte al margen de sus calificativos, siempre refleja la sociedad de la que nace. Hemos despedido al siglo que más movimientos ha visto sometidos al inexorable ciclo de la vida, que mayor variedad y riqueza de miras ha aportado. Y España aunque con su tradicional desapego al impulso colectivo, ha estado allí, está aquí, en calidad de generadora inagotable, desde los albores de su historia, de genialidades indiscutibles, que marcan con su presencia una huella nítida, rotunda, en el panorama internacional.
El reciente estrenado milenio ( ¿o casi ? ) seguirá teniendo nombre español. Las nuevas generaciones, ya entre nosotros , están dejando de ser promesa para convertirse en plena realidad. Es la misma realidad que hace que en este 2000 como resultado de las experiencias vividas, disfrutemos de una España que se me antoja más abierta, más moderna, más tolerante y solidaria, más inquieta, más culta ..."neomilenaria", que dirá pronto algún esteta en un intento de globalizar todos estos conceptos.
ESPAÑA 2000 "Entrada al Nuevo Milenio", está pensada , lejos de todo interés programático, en base a una recreación personal de lo que presumo, o anhelo, será nuestra sociedad: sobre un tejido en el que se superponen ritmos alegres o, por expresarlo más apropiadamente, optimistas, se elevan las voces individuales de quienes están llamados a ser nuestros nuevos exponentes artísticos, expresados mediante intervenciones solistas de timbales, trombón, clarinete, oboe... También hay un recuerdo a aquella labor de conjunto, menos espectacular si se quiere, pero igual de trascendente, y que desde luego sería deseable fomentar, personificada - valga la metáfora -, en unos dúos, entre fagote y viola, viola y violonchelo y violines primeros y segundos (a solo) respectivamente. Dentro de este espejo de la vitalidad creativa, se dan cita los instantes más intimistas que pretenden poner de relieve los valores espirituales de los hombres, la necesidad de la concienciación social de la solidaridad ... a este respecto, dedico una reflexión muy pausada de toda la orquesta, en fortísimo.
Por otra parte, y para finalizar, hago uso, con algunas variantes, de elementos que se han expuesto
en el inicio de la obra: Son unos toques entrocados con una tradición ascentral, ya presente en las civilizaciones antiguas, a modo de anuncios o llamadas de atención sobre aquellos acontecimientos más sobresalientes que, previsiblemente, nos deparará el futuro que acabamos de comenzar, y, que espero (permítaseme hacer uso del tópico, aunque lo tópico sea aquí completamente ajeno a mi intención), sean portadores del mensaje de paz y prosperidad al que todos por igual, tenemos derecho.
ESPAÑA 2000 “Entrada al Nuevo Milenio” fue un encargo de la Sociedad Estatal España Nuevo Milenio. Enero 2000
Orquesta Sinfónica
P: 1.2.2.0-1.1.2.0-4.2.2.1-tim-2perc-arp-cu
D: 17 minutos
E: Burgos, Teatro Principal, IV Estío Musical Burgalés, 6 septiembre 2003
I: Orquesta Sinfónica de Castilla y León. Guido Mancusi
En: Encargo IV Estío Musical Burgalés
Ed: Editorial Arambol
Comentario del autor:
Muchas son las bellezas que ofrece al caminante la catedral de Burgos. No en vano se encuentra entre los primerísimos monumentos del mundo por la magnificencia de su arquitectura y el esplendor de su ornamentación. Quien se acerca a ella, incluso quien no lo hace por primera vez, se ve envuelto en un carrusel de sensaciones provocadas por la riqueza de contrastes que se muestran ya en su fachada, y que no son sino la antesala de su mundo interior, donde se citan la sabiduría y la exquisitez de los artífices de una de las etapas doradas del arte español.
Es a este mosaico de impresiones, a esta paleta asombrosa de luces y sombras, y al placer que se destila de la simple y callada contemplación de cada uno de sus recodos, a los que está dedicada esta obra, que toma su nombre de una de las numerosas joyas que contiene la catedral: la famosa Escalera o Escala Dorada, construída en 1519 por Diego de Siloé y rematada en 1526 por el rejero francés Maestre Hilario con una barandilla de hierro sobredorado.
Escala Dorada ha sido escrita por encargo del Estío Musical Burgalés y quiere ser un sincero homenaje a la catedral de nuestra admirada ciudad castellana. Julio 2003
SINFONÍA 4 “Martín y Soler” (2006)
Orquesta Sinfónica
P: 1.2.fta en sol.2.ci-rqto.1.1.2.1-4.3.3.1-tim-3perc-arp-cu
D: 47 minutos
E: Valencia, Palau de las Artes y de la Música, 23 febrero 2007
I: Orquesta Sinfónica de Valencia. Antoni Ros Marbá
En: Encargo de la Orquesta de Valencia, conmemoración de los 250 años de la muerte de Martín y Soler
Ed: Editorial Arambol
Comentario del autor:
La celebración del 200 aniversario del fallecimiento del valenciano Vicente Martín y Soler no ha pasado desapercibida para el mundo de la música, que ha venido aprovechando la ocasión para rendir tributo a un compositor que gozó del favor de las más importantes cortes europeas de su época y que dejó su impronta personal en terrenos como la ópera o el ballet, midiendo su nombre con los de Mozart, Haydn o Salieri.
Al hilo de este acontecimiento, me encarga la Orquesta de Valencia la creación de una obra, que de inmediato me planteo como una visión personal de lo que fuera la proyección de la figura de Martín y Soler, tanto en lo que conocemos sobre su vida como en lo investigado hasta la fecha sobre su obra, plenamente inmersa en los cánones dieciochescos, pero también dotada de algunas innovaciones no poco interesantes, como las percibidas en sus ballets. Es una visión para la que no recurro a cita alguna, sino que me detengo, en algunos momentos, en la evocación de un tiempo y un estilo con los que configuro el clima que diseña algunas de las líneas arquitectónicas de la obra, no exentas de cierta laboriosidad, posiblemente en consonancia con los objetivos marcados, así como con su extensión. Pero también porque la mesa de trabajo –siempre maravillosa, a veces malvada- suele imponer sus propias leyes, incluidas las que tienen que ver con la inspiración, que tienden a colarse al menor descuido. Así ha sucedido a lo largo de su escritura, que me ha ocupado la práctica totalidad de 2006. También, siguiendo la costumbre que me viene acompañando desde hace muchos años, ha viajado conmigo a algunos lugares. Por tanto, además de Madrid, otras ciudades tan emblemáticas en sus respectivos paisajes humanos y urbanos como Viena, Málaga o Cádiz, tienen una parte de protagonismo en sus páginas.
La Sinfonía 4 “Martín y Soler”, está dedicada a Ramón Almazán, un hombre que conoce la música desde las entrañas, que es un intelectual de altos vuelos y que posee un conjunto de cualidades de especial admiración. Diciembre 2006
Orquesta sinfónica
P: 1.2.2.-1.1.1.1.2.1-4.3.3.1- tim-2perc-arpa-cu
D: 20 minutos
E: Málaga, Teatro Cánovas , 30 enero 2009
I: Orquesta Filarmónica de Málaga. José Luis Temes
G: CD Iberoautor Sello Autor , Málaga 2008 – Orquesta Filarmónica de Málaga. José Luis Temes
En: Encargo de XV Ciclo de Música Contemporánea de Málaga, para conmemorar los 15 años del Festival de Música Contemporánea
Ed: Editorial Arambol
Comentario del autor:
“Veredas del Tiempo” , para orquesta sinfónica, se mueve, dentro de un ambiente de calma y reflexión, en torno a la juventud y a la rebeldía y ansiedad propias de esa etapa de la vida. Se reflexiona, por tanto, sobre ella, sobre la lucha por cambiar las cosas, sobre la necesidad de conocer gentes, de actuar, de lograr objetivos, de abrir todas las ventanas y puertas posibles incluso aún sabiendo o intuyendo, que detrás de ellas no hay nada.
Esa reflexión nos va llevando hacia etapas posteriores de la vida en las que hace acto de presencia un nuevo estado de ánimo, donde a veces se impone la desilusión y donde la lucha se centra con frecuencia en encontrar el equilibrio y el complemento entre la euforia y el desánimo. En todo caso, subyace en la obra el mensaje de que la vida, o la capacidad de apreciarla y disfrutarla, no tiene su fin a ninguna edad concreta, ni siquiera cuando se llega a la ancianidad, sino que puede tener su fin cuando sentimos que el día a día ha perdido su valor. Ese punto intermedio, ese equilibrio, es el que nos permite transcurrir con una cierta serenidad y optimismo por las veredas que se nos van abriendo con el transcurrir del tiempo.
El vuelo de esta obra se realizará de un solo trazo dentro de un ambiente de calma y reflexión sobre la ansiedad de la juventud. Cómo cuando eres joven luchas por ver cosas, por conocer gentes, por hacer, por lograr, por triunfar, por abrir todas las puertas y ventanas posibles aunque detrás de ellas no haya nada. A partir de los cuarenta suele hacer acto de presencia un nuevo estado de ánimo, la desilusión y, una vez más, tienes que luchar para que ambas encuentren el equilibrio y el complemento. Sin olvidar que la vida no finaliza ni a los treinta, ni a los cincuenta, ni a los ochenta, lo hace tan solo cuando llegamos a la conclusión de que el día a día ha perdido su valor. 2008
Orquesta sinfónica
P: 1.2.flta en sol.2-ci -2.1.2.1-4.3.3.1- tim.3perc.cta.arpa.cu
D: 22 minutos
E: Madrid. Auditorio Nacional de Música, 26 noviembre de 2010
I: Orquesta Nacional de España. Joseph Pons
En: Encargo Orquesta Nacional de España - INAEM
Ed: Editorial Arambol
Comentario del autor:
La cifra 545 nos indica que estamos ante un número compuesto que empieza y termina por un número primo y cuya suma absoluta es igual al mismo número primo de inicio y final. Para quienes no estamos muy versados en teorías matemáticas, esta afirmación no nos dirá gran cosa, ni encontraremos una utilidad que darle en nuestras vidas. Para quienes nos gusta curiosear por la historia, la cifra 545 nos indicará, por ejemplo, que fue el año del nacimiento del padre del profeta Mahoma, o el año de la muerte de Santa Clotilde, esposa de Clodoveo I, rey de los francos e introductora de la religión católica en Francia. Fue también el año en que los ostrogodos asedian Roma o el año de la fundación de la Abadía paleocristiana de Clonmacnoise, en Irlanda.
Datos matemáticos, datos históricos, tal vez curiosidades… pero ¿qué les dirá la cifra a las 545 mujeres que han fallecido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en los últimos ocho años?, ¿qué les dirá a sus hijos, padres, hermanos o amigos?. ¿Les parecerán estadísticas o, quizás, números para la historia o, acaso, esas cosas que curiosamente pasan a nuestro alrededor…?
Como he expresado tantas veces y en tantas de mis obras, me repugna la violencia en cualquiera de sus formas. Pero quizás la más infame de todas sea la que ejercen sobre alguien aquellas personas en las que más confían, en las que se apoyan, con las que conviven y a las que quieren. Y no pueden caber excusas. No hay cocaína ni ginebra que justifique asesinato alguno. Ni las supuestas provocaciones. Ni los celos enloquecidos. Nada
Tampoco hay nada que deba hacernos pensar que el problema siempre es de los otros. Porque una sociedad que se mantiene indiferente hacia ese goteo constante de víctimas es una sociedad que está fallando a sus propios miembros y, cuando eso sucede, no se me ocurre nada mejor que parafrasear a Martin Niemöller:
Un día mataron a una mujer en su casa
Pero a mí no me importó
Porque yo tengo estudios
Un día mataron a una mujer en su casa
Pero a mí no me importó
Porque mi marido no es alcohólico
Un día mataron a una mujer en su casa
Pero a mí no me importó
Porque yo puedo mantenerme
Un día mataron a una mujer en su casa
Pero a mí no me importó
Porque yo no provoco con mis actos
Hoy me van a matar a mí
Pero ya es tarde
Manos tendidas es una obra con momentos dramáticos, porque dramática es la cifra que cada día golpea a las víctimas. Es una obra también con ventanas a la esperanza, porque no se puede abandonar el deseo de que algún día todo esto desaparezca de las estadísticas y de la historia. Pero, sobre todo, es una sucesión de 545 manos tendidas para arropar a quienes cada día sufren esa violencia y para decir que el dolor de los demás es, en realidad, el dolor de toda nuestra sociedad. Noviembre 2010